alabastros

ESCULTURA DE MARÍA CAVESTANY EN GALERÍA MARMURÁN

María Cavestany y amigos

María Cavestany y amigos

María Cavestany (Madrid, 1957) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, y comenzó su formación como artista en la década de los años 80.
1Estupenda y sensacional inauguración la del viernes 23 de enero de 2015, con la asistencia de muchos pintores, clientes y amigos, pudimos apreciar la sensacional obra que nos presentaba María.
Alabastros, tablas y yesos, una exposición donde no desentonaba nada, las tablas, que solamente por el paso de los años, han dejado una huella imborrable y el tratamiento que les da María, que más que tallar es acariciar con armonía, lo que nos da un resultado maravilloso. Los alabastros solamente deciros que me pasaría horas tocándolos y palpándolos, hay que verlos y los yesos acompañados de madera espectaculares.

 

7Tiene una tesis publicada con el título «El espacio, extensión de la Escultura» en el año 1983.

Su concepción y sentido espacial han estado en sus comienzos inevitablemente influenciados por su cercano conocimiento de la arquitectura racionalista, caracterizada por la sinceridad de los materiales, los volúmenes perfectos, cubos y prismas cuadrangulares, carentes de ornamentación, que traslada a sus piezas escultóricas.

Respecto a su trayectoria, María ha realizado contadas exposiciones y ha recibido menciones de honor en diferentes concursos.

Desde el punto de vista formal, la obra de esta escultura se encuentra desde sus inicios influenciada también por el japonés Noguchi, en su gusto por las formas orgánicas que encontramos en la naturaleza, de perfiles redondeados, superficies pulidas y suaves.

cartel MARIA CAVESTANY copiaEn esencia, los materiales que le interesan para trabajar son la piedra y la madera, de los que consigue arrancar la máxima expresión. En su tratamiento respeta enormemente la calidad de texturas y formas que los materiales ofrecen. Así, en su última serie de esculturas-relieve sobre madera, trabaja con tablas por las que el tiempo ha pasado y ha dejado su impronta, piezas sobre las que talla y dibuja formas geométricas.

Estas tablas, por su estética limpia, nos recuerdan a las esculturas primitivas africanas y aborígenes, carentes de todo artificio y, por su sencillez, a la obra del artista Paul Klee. Es un trabajo depurado y compensado en el que interactúa la mano del escultor con la calidez original del material.